Con la llegada de la primavera llegan también los primeros festivales de música del año. Algo habitual en 2019, cuando todavía no sabíamos qué nos deparaba el futuro con la pandemia de Covid. La música en directo, como arte escénica, ha sido uno de los sectores culturales más castigados por la crisis mundial que se originó con el brote del virus. Salas cerradas que seguían pagando su alquiler mensual pese a no poder celebrar conciertos; artistas y managers que vieron canceladas giras completas; autónomos del sector, técnicos, periodistas culturales y el personal de barras. Todo el mundo quedó afectado por este ‘Pause’ en mayúsculas.
Bailando sentados en los conciertos más pandémicos
Los que no nos dimos por vencidos, buscando nuestra dosis de música en directo lo antes posible tras el confinamiento estricto, hemos vivido muchos conciertos sentados. Tantos, que incluso cumbia o rock hemos bailado en nuestros respectivos sitios, guardando distancias de seguridad, utilizando la mascarilla en todo momento, reduciendo aforos al mínimo común múltiplo y haciendo auténticos equilibrios presupuestarios para sacar adelante conciertos y festivales de música en los convulsos 2020 y 2021.
Cierto es que 2022 ya nos trajo un atisbo de la llamada “nueva normalidad”: multiplicación de convocatorias culturales, concursos, ciclos y festivales de música habituales que regresaban con fuerza a la presencialidad, tras dos años llenos de streamings, además de propuestas nuevas que llegaron con la pandemia y, sin saberlo, lo hicieron para quedarse. Hablo de los conciertos y ciclos programados al aire libre, en enclaves únicos o en terrazas de salas de conciertos. Tuvimos que cambiar el concepto de manera obligatoria, pero hay cosas que siguen funcionando y que los promotores con visión han mantenido entre sus programaciones habituales.
Conciertos y festivales con entradas agotadas
Siendo sincera, existen otras vicisitudes propias de la era prepandémica que no echaba tanto de menos. Me refiero a los conciertos en los que el público acaba “envasado al vacío”. Aforos completos, entradas agotadas y, por tanto, apiñamiento de personas. Ver un concierto de rock o de cualquier otro estilo sin poder siquiera mover los pies, sin contar con un espacio mínimo vital que no pueda ser interferido por nadie, es un reto sin posibilidades de éxito. Y puedo asegurar que, efectivamente, no lo echaba nada en falta.
Conciertos y festivales de música 2023
Las ganas de volver al encuentro en recintos de todos los tamaños, con piscina en verano, con vistas increíbles o en enclaves patrimoniales siguen in crescendo. La oferta se amplía este 2023 con propuestas nuevas en forma de festivales y experiencias. Otros vuelven o continúan su programa presencial, como en 2021 lo hicieran la mayoría de los festivales de música consolidados. Así que toca preparar la agenda y poner el círculo en rojo a esas citas ineludibles para este 2023.
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